El positivismo afirma que en la realidad existe un orden único que tiende al progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde a ese orden natural que hay que descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el constructor de la realidad social, propone una suerte de inmovilismo social, de orden social descartando la problematización. En la teoría del conocimiento positivista, el conocimiento ya está dado, elaborado y terminado no permitiéndose la problematización; por ello niega la intervención del sujeto en su construcción. Va de lo simple a lo complejo y así se desaprovechan métodos de estudio como la dialéctica, la deducción, la problematización, etc...
viernes, 9 de octubre de 2009
SUS ORIGENES
El Positivismo surgió en Francia en la segunda mitad del siglo XIX, su nombre proviene del propósito de utilizar para investigación filosófica los métodos y resultados de la ciencia positiva, se difunde por toda Europa y se convierte en la forma preferida de pensar de filósofos, historiadores, científicos, literatos, etc.
Tuvo como fundador a David Hume, siendo su principal representante Augusto Comte (1789-1857)
La filosofía positivista de Auguste Comte abandonó la especulación de lo sobrenatural en favor de la investigación científica. Según él, el conocimiento de todos los temas, debería venir de la correlación de la evidencia empírica. El estudio sistemático de Comte de la estática y dinámica de la sociedad sentó las bases de la sociología moderna, que al principio llamó física social.
Tuvo como fundador a David Hume, siendo su principal representante Augusto Comte (1789-1857)
La filosofía positivista de Auguste Comte abandonó la especulación de lo sobrenatural en favor de la investigación científica. Según él, el conocimiento de todos los temas, debería venir de la correlación de la evidencia empírica. El estudio sistemático de Comte de la estática y dinámica de la sociedad sentó las bases de la sociología moderna, que al principio llamó física social.
AUGUSTO COMTE: BIOGRAFIA
Pensador francés, padre del positivismo (1798 - París). Interrumpiendo la tradición católica y monárquica de su familia, durante la época de la Restauración se inclinó hacia el agnosticismo y las ideas revolucionarias.
Desde 1817 se vinculó al socialista Saint-Simon, para el cual trabajó de secretario hasta su ruptura en 1824. Descubierto bajo su influencia el problema social, Comte buscó comprender los problemas sociales a través de conocimiento objetivo propio de las ciencias naturales y buscó trasladarlo al estudio de la realidad social.
Contra la libertad de pensamiento, origen de la anarquía moral que atribuía a la Revolución, no oponía el dogma religioso o los principios de la tradición, sino la «ciencia positiva» que, al atenerse a los hechos tal como son, proporcionaba -según él- el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y progreso». Contrario al individualismo y a la democracia, confiaba en un mundo regido por el saber, en el que productores y banqueros ejercerían una especie de dictadura. Tales ideas, fundamento del pensamiento positivista, tuvieron un gran éxito en los países occidentales desde mediados del siglo XIX, proporcionando un credo laico para el mundo del capitalismo liberal y de la industria triunfante. Sin embargo, Comte vivió una vida desgraciada: el exceso de trabajo le produjo problemas psiquiátricos, un intento de suicidio y el abandono de su mujer. Su rebeldía y su intransigencia le impidieron insertarse en el mundo académico: expulsado en 1817 de la Escuela Politécnica, no pudo acabar sus estudios, que completó de forma autodidacta; luego, aunque llegó a enseñar en la misma escuela desde 1832, no pudo obtener cátedra en ella, y fue expulsado de nuevo en 1844. Sólo la ayuda económica de algunos admiradores (como Littré o John Stuart Mill) le salvó de la miseria. En 1848 creó una Sociedad Positivista, que tuvo seguidores sobre todo en los países anglosajones. Su pensamiento, reflejado en obras como Curso de filosofía positiva (1830-42) o Sistema de política positivista (1851-54), ha ejercido influencia sobre las más diversas ramas del conocimiento (filosofía, medicina, historia, sociología) y sobre diversas corrientes políticas.
Desde 1817 se vinculó al socialista Saint-Simon, para el cual trabajó de secretario hasta su ruptura en 1824. Descubierto bajo su influencia el problema social, Comte buscó comprender los problemas sociales a través de conocimiento objetivo propio de las ciencias naturales y buscó trasladarlo al estudio de la realidad social.
Contra la libertad de pensamiento, origen de la anarquía moral que atribuía a la Revolución, no oponía el dogma religioso o los principios de la tradición, sino la «ciencia positiva» que, al atenerse a los hechos tal como son, proporcionaba -según él- el único punto de apoyo sobre el que se podría edificar un futuro de «orden y progreso». Contrario al individualismo y a la democracia, confiaba en un mundo regido por el saber, en el que productores y banqueros ejercerían una especie de dictadura. Tales ideas, fundamento del pensamiento positivista, tuvieron un gran éxito en los países occidentales desde mediados del siglo XIX, proporcionando un credo laico para el mundo del capitalismo liberal y de la industria triunfante. Sin embargo, Comte vivió una vida desgraciada: el exceso de trabajo le produjo problemas psiquiátricos, un intento de suicidio y el abandono de su mujer. Su rebeldía y su intransigencia le impidieron insertarse en el mundo académico: expulsado en 1817 de la Escuela Politécnica, no pudo acabar sus estudios, que completó de forma autodidacta; luego, aunque llegó a enseñar en la misma escuela desde 1832, no pudo obtener cátedra en ella, y fue expulsado de nuevo en 1844. Sólo la ayuda económica de algunos admiradores (como Littré o John Stuart Mill) le salvó de la miseria. En 1848 creó una Sociedad Positivista, que tuvo seguidores sobre todo en los países anglosajones. Su pensamiento, reflejado en obras como Curso de filosofía positiva (1830-42) o Sistema de política positivista (1851-54), ha ejercido influencia sobre las más diversas ramas del conocimiento (filosofía, medicina, historia, sociología) y sobre diversas corrientes políticas.
EL POSITIVISMO DE AUGUSTO COMTE
El positivismo de Augusto Comte afirma que el espíritu científico va por una ley inexorable del proceso del espíritu humano a sustituir a las creencias teológicas por las explicaciones metafísicas, al volverse positivo el espíritu renunciaría a la cuestión ¿Por qué?, es decir a buscar una explicación absoluta de las cosas y se limitaría a ¿Cómo? Es decir a la formulación de leyes de la naturaleza, retirando por medio de observaciones y relaciones repetidas las relaciones constantes que unen los fenómenos.
El positivismo, tiene pues, la ambición de deshacerse de la metafísica, para Augusto Comte el positivismo está vinculado a la aparición de la edad de la ciencia característica del estado positivo que sucede en la ley de los tres estados: al estado teológico y al estado metafísico.
La doctrina positivista está vinculada a la confianza en los procesos de la humanidad y a la creencia en los beneficios de la racionalidad científica. El conocimiento debe fundarse, según Comte, en la observación de la realidad y no sobre los conocimientos pre hecho. El positivismo constituye así una sistematización del empirismo acompañado de una fianza de la religión en la ciencia basada en un determinismo mecanicista. El positivismo rechaza así la teología y la metafísica por la explicación científica, esta debe fundarse solamente en hechos del mundo físico y material sobre consecuencias de matemática y en particular de la lógica.
En otros términos la nueva filosofía propuesta por Comte sugiere una reorganización social completa a partir del comportamiento social e individual. Augusto Comte define el positivismo a partir de cinco sentidos: el positivo designa el real y el útil en oposición al quimérico y vano, designa también el contenido real en las ciencias morales sirve para calificar los que se ocupan de ciencia y finalmente la palabra positiva elimina el absoluto como carácter fundamental de filosofía para sustituirlo por el relativo.
Con tal definición del positivismo la reorganización social puede ser también política dada la necesidad en un momento o el otro de un cambio en los poderes. La reorganización propuesta se opera en primera medida a nivel del individuo pero al mismo tiempo en el medio social, así pues, el individuo y la institución deben renovarse. Los grandes temas de esta filosofía regeneradora son pues
El orden y el progreso.
La humanidad positiva.
La separación de las oficinas (papeles sociales de los individuos)
La educación
Este positivismo desempeño un papel primordial en la ciencia del siglo XIX.
El positivismo, tiene pues, la ambición de deshacerse de la metafísica, para Augusto Comte el positivismo está vinculado a la aparición de la edad de la ciencia característica del estado positivo que sucede en la ley de los tres estados: al estado teológico y al estado metafísico.
La doctrina positivista está vinculada a la confianza en los procesos de la humanidad y a la creencia en los beneficios de la racionalidad científica. El conocimiento debe fundarse, según Comte, en la observación de la realidad y no sobre los conocimientos pre hecho. El positivismo constituye así una sistematización del empirismo acompañado de una fianza de la religión en la ciencia basada en un determinismo mecanicista. El positivismo rechaza así la teología y la metafísica por la explicación científica, esta debe fundarse solamente en hechos del mundo físico y material sobre consecuencias de matemática y en particular de la lógica.
En otros términos la nueva filosofía propuesta por Comte sugiere una reorganización social completa a partir del comportamiento social e individual. Augusto Comte define el positivismo a partir de cinco sentidos: el positivo designa el real y el útil en oposición al quimérico y vano, designa también el contenido real en las ciencias morales sirve para calificar los que se ocupan de ciencia y finalmente la palabra positiva elimina el absoluto como carácter fundamental de filosofía para sustituirlo por el relativo.
Con tal definición del positivismo la reorganización social puede ser también política dada la necesidad en un momento o el otro de un cambio en los poderes. La reorganización propuesta se opera en primera medida a nivel del individuo pero al mismo tiempo en el medio social, así pues, el individuo y la institución deben renovarse. Los grandes temas de esta filosofía regeneradora son pues
El orden y el progreso.
La humanidad positiva.
La separación de las oficinas (papeles sociales de los individuos)
La educación
Este positivismo desempeño un papel primordial en la ciencia del siglo XIX.
LA LEY DE LOS TRES ESTADOS
Toda la virtud de la filosofía social debe comenzar por el estudio del pasado y es estudiando la evolución del pueblo que Comte descubre que su desarrollo se efectúa por tres etapas en la famosa ley de las tres etapas. Esta ley tras Comte fue muy utilizada por la filosofía así como por las otras ciencias sociales. Esta ley de la dinámica social cubre toda la existencia de una sociedad desde su nacimiento hasta su punto de desarrollo máximo.
Los tres estados o pasos de desarrollos son los siguientes:
El estado Teológico: ficticio
El estado metafísico o negativo
Y el estado positivo o científico.
Y esta ley del desarrollo se aplica tanto al individuo como a la ciencia y a la sociedad, además, Comte lo percibe como una ley necesaria dado que el espíritu humano por naturaleza debe pasar sucesivamente por estas tres etapas teóricas.
LA FASE TEOLÓGICA
El primer lugar toda sociedad naciente se encuentra en la fase teológica lo mismo ocurre con la ciencia. Los fenómenos naturales son explicados por leyes prehechas, el hombre no puede hacer nada sobre la naturaleza debe, pues, volverse a las intervenciones divinas, es el tiempo militar teológico del desarrollo social. El estado teológico es el primero en el orden de los tres estados ya que es el único no suponiendo otro antes de que este estado caracterizado por el primer periodo de desarrollo del espíritu humano se aplica también al primer desarrollo del espíritu individual,
El niño está en el estado teológico ficticio, dado que aun no ha empezado su preparación científica las únicas explicaciones que están en condiciones de dar a los fenómenos que los rodean están en relación con influencias exteriores incalculables. Al igual que la sociedad teológica se percibe en seguridad bajo la protección divina, el niño está seguro percibiendo a sus padres como divinidad, se encuentra en este estado teológico, en el niño, en la época de la educación espontanea en su primer contacto con la vida exterior.
LA FASE METAFÍSICA
Progresivamente la sociedad pasó de la fase teológica a la fase metafísica, es un estado difícilmente embargable, de hecho, es el estado intermedio entre dos estado vanguardistas teológico y positivo.
Se caracteriza por el paso de la intervención politeísta en los actos humanos a una explicación monoteísta y por explicaciones metafísicas de los fenómenos naturales. El tiempo metafísico no ha estado en un cambio constante debido a su destino crítico, por lo tanto negativo. Es durante este periodo de la vida social que son elaborados los grandes sistemas abstractos y absurdos da causas que regulan los fenómenos humanos.
Aplicando el desarrollo del espíritu individual, el estado metafísico caracteriza el tiempo de la adolescencia, el adolescente pierdo poco a poco fe en sus ficciones de infancia con respecto a las fuerzas superiores, pero no conoce aun las leyes invariables de los fenómenos, pues se ve obligado a poner en pie los sistemas abstractos de explicación de los fenómenos para cubrir su necesidad de saber. Dado que estas explicaciones no tienen ninguna base científica los sistemas elaborados en esta época deben necesariamente cambiar sin cesar, el estado metafísico corresponde a los primeros años de la educación sistemática.
LA FASE POSITIVA
La humanidad se desarrolla finalmente hacia su estado normal, el estado positivo, es el modo definitivo de todo espíritu. Entonces los hechos están vinculados según ideas o leyes generales de un orden eternamente positivo, Sus heridas son confirmadas por sus propios hechos, que a menudo, incluso, solo son simples hechos bastante generales para convertirse en principios.
En el espíritu positivo el método de observación sustituye la imaginación consustancial a los otros estados. Estas sociedades positivas que Comte describe es la sociedad adulta, es adulta a que supo quitarse los tabúes y abstracciones quiméricas que la atormentaban antes. Pudo convertirse en adulta, porque la ciencia al mismo tiempo que ella progresaba.
La ciencias se mejoran a partir de las matemáticas que son la causa de su generalidad y su simplicidad, a partir de esta primera ciencia, la ciencia se complica del estudio del mundo inorgánico de donde conocemos la astronomía y la física, pasan al mundo orgánico con la química y la biología, luego del mundo humano con la sociología y finalmente la moral. Estas ciencias no pueden desarrollarse independientemente unas de las otras, es necesario que la primera ciencia haya llegado a un determinado punto de desarrollo para que la ciencia siguiente nazca y crezca.
El desarrollo de la ciencia se efectúa según el mismo modelo que el desarrollo social, es necesario que la sociedad pase por los estados teológicos y metafísicos antes de llegar a la fase positiva, del mismo modo la sociología tiene necesidad del desarrollo de las otras ciencias que la pueden preceder para nacer. El individuo reanuda el mismo método de desarrollo, cuando entra al estado positivo llega a la virilidad a la madurez. Al llegar al estado científico el individuo entra en la edad adulta, es decir, recorrió el camino necesario que hace de él a un miembro de pleno derecho de la sociedad positiva, puede cumplir el papel social que se le reserva, por este desarrollo, según la ley de los tres estados, vemos que la sociedad adulta y el hombre adulto tienen que construirse, no son datos estático, hay una dinámica de crecimiento aunque este regulada por leyes y el adulto se hace progresivamente.
Considerar hoy en día esta ley de los tres estados como una ley necesaria del desarrollo individual y colectivo no sería ciertamente prueba de espíritu científico, pero la ley de Comte puede utilizarse con beneficio como punto de señal como terminal en el estudio del desarrollo social.
Los tres estados son modelos aun mas operatorios en la investigación que la ley necesaria del desarrollo, es de esta forma que Jean Piaget adhiere a estas leyes, cuando el estudia las fases del desarrollo del estudio moral. El juicio moral entre los niños.
Augusto Comte procede también a una clasificación de las ciencias. Las ciencias que acceden al estado positivo unas tras otra se pueden, según su grado de desarrollo, proceder a su clasificación, se tendrá en el orden Matemática, astronomía, química, teología y finalmente sociología. El orden va desde la ciencia cuyo objeto es mas general a las más especificas, del más simple al sumo complejo, del más abstracto a lo más vivo para acercarse al hombre.
A la edad de la ciencia debe, en efecto, corresponder una política basada en una organización racional de la sociedad. La consecuencia de la evolución de este conocimiento es la depreciación de todas las referencias teológicas y metafísicas como necesariamente pasadas e ilusorias a pesar de su supervivencia al tiempo presente y profundo en el corazón de cada uno de nosotros.
Teología y metafísica proponen sistemas que ultrajan nuestro poder de incluir, de modo que el acceso al estado científico o positivo remite a su verdadero lugar las explicaciones previas del universo, la de los modelos que hicieron su tiempo. En adelante los ingenieros deben sustituir a los belicosos, los científicos deben sustituir a los sacerdotes, los técnicos a los magos, los sociólogos a los filósofos. Esta crítica del teológico es explicita en el curso de filosofía positiva, se confirma en el sistema de política positiva.
Los tres estados o pasos de desarrollos son los siguientes:
El estado Teológico: ficticio
El estado metafísico o negativo
Y el estado positivo o científico.
Y esta ley del desarrollo se aplica tanto al individuo como a la ciencia y a la sociedad, además, Comte lo percibe como una ley necesaria dado que el espíritu humano por naturaleza debe pasar sucesivamente por estas tres etapas teóricas.
LA FASE TEOLÓGICA
El primer lugar toda sociedad naciente se encuentra en la fase teológica lo mismo ocurre con la ciencia. Los fenómenos naturales son explicados por leyes prehechas, el hombre no puede hacer nada sobre la naturaleza debe, pues, volverse a las intervenciones divinas, es el tiempo militar teológico del desarrollo social. El estado teológico es el primero en el orden de los tres estados ya que es el único no suponiendo otro antes de que este estado caracterizado por el primer periodo de desarrollo del espíritu humano se aplica también al primer desarrollo del espíritu individual,
El niño está en el estado teológico ficticio, dado que aun no ha empezado su preparación científica las únicas explicaciones que están en condiciones de dar a los fenómenos que los rodean están en relación con influencias exteriores incalculables. Al igual que la sociedad teológica se percibe en seguridad bajo la protección divina, el niño está seguro percibiendo a sus padres como divinidad, se encuentra en este estado teológico, en el niño, en la época de la educación espontanea en su primer contacto con la vida exterior.
LA FASE METAFÍSICA
Progresivamente la sociedad pasó de la fase teológica a la fase metafísica, es un estado difícilmente embargable, de hecho, es el estado intermedio entre dos estado vanguardistas teológico y positivo.
Se caracteriza por el paso de la intervención politeísta en los actos humanos a una explicación monoteísta y por explicaciones metafísicas de los fenómenos naturales. El tiempo metafísico no ha estado en un cambio constante debido a su destino crítico, por lo tanto negativo. Es durante este periodo de la vida social que son elaborados los grandes sistemas abstractos y absurdos da causas que regulan los fenómenos humanos.
Aplicando el desarrollo del espíritu individual, el estado metafísico caracteriza el tiempo de la adolescencia, el adolescente pierdo poco a poco fe en sus ficciones de infancia con respecto a las fuerzas superiores, pero no conoce aun las leyes invariables de los fenómenos, pues se ve obligado a poner en pie los sistemas abstractos de explicación de los fenómenos para cubrir su necesidad de saber. Dado que estas explicaciones no tienen ninguna base científica los sistemas elaborados en esta época deben necesariamente cambiar sin cesar, el estado metafísico corresponde a los primeros años de la educación sistemática.
LA FASE POSITIVA
La humanidad se desarrolla finalmente hacia su estado normal, el estado positivo, es el modo definitivo de todo espíritu. Entonces los hechos están vinculados según ideas o leyes generales de un orden eternamente positivo, Sus heridas son confirmadas por sus propios hechos, que a menudo, incluso, solo son simples hechos bastante generales para convertirse en principios.
En el espíritu positivo el método de observación sustituye la imaginación consustancial a los otros estados. Estas sociedades positivas que Comte describe es la sociedad adulta, es adulta a que supo quitarse los tabúes y abstracciones quiméricas que la atormentaban antes. Pudo convertirse en adulta, porque la ciencia al mismo tiempo que ella progresaba.
La ciencias se mejoran a partir de las matemáticas que son la causa de su generalidad y su simplicidad, a partir de esta primera ciencia, la ciencia se complica del estudio del mundo inorgánico de donde conocemos la astronomía y la física, pasan al mundo orgánico con la química y la biología, luego del mundo humano con la sociología y finalmente la moral. Estas ciencias no pueden desarrollarse independientemente unas de las otras, es necesario que la primera ciencia haya llegado a un determinado punto de desarrollo para que la ciencia siguiente nazca y crezca.
El desarrollo de la ciencia se efectúa según el mismo modelo que el desarrollo social, es necesario que la sociedad pase por los estados teológicos y metafísicos antes de llegar a la fase positiva, del mismo modo la sociología tiene necesidad del desarrollo de las otras ciencias que la pueden preceder para nacer. El individuo reanuda el mismo método de desarrollo, cuando entra al estado positivo llega a la virilidad a la madurez. Al llegar al estado científico el individuo entra en la edad adulta, es decir, recorrió el camino necesario que hace de él a un miembro de pleno derecho de la sociedad positiva, puede cumplir el papel social que se le reserva, por este desarrollo, según la ley de los tres estados, vemos que la sociedad adulta y el hombre adulto tienen que construirse, no son datos estático, hay una dinámica de crecimiento aunque este regulada por leyes y el adulto se hace progresivamente.
Considerar hoy en día esta ley de los tres estados como una ley necesaria del desarrollo individual y colectivo no sería ciertamente prueba de espíritu científico, pero la ley de Comte puede utilizarse con beneficio como punto de señal como terminal en el estudio del desarrollo social.
Los tres estados son modelos aun mas operatorios en la investigación que la ley necesaria del desarrollo, es de esta forma que Jean Piaget adhiere a estas leyes, cuando el estudia las fases del desarrollo del estudio moral. El juicio moral entre los niños.
Augusto Comte procede también a una clasificación de las ciencias. Las ciencias que acceden al estado positivo unas tras otra se pueden, según su grado de desarrollo, proceder a su clasificación, se tendrá en el orden Matemática, astronomía, química, teología y finalmente sociología. El orden va desde la ciencia cuyo objeto es mas general a las más especificas, del más simple al sumo complejo, del más abstracto a lo más vivo para acercarse al hombre.
A la edad de la ciencia debe, en efecto, corresponder una política basada en una organización racional de la sociedad. La consecuencia de la evolución de este conocimiento es la depreciación de todas las referencias teológicas y metafísicas como necesariamente pasadas e ilusorias a pesar de su supervivencia al tiempo presente y profundo en el corazón de cada uno de nosotros.
Teología y metafísica proponen sistemas que ultrajan nuestro poder de incluir, de modo que el acceso al estado científico o positivo remite a su verdadero lugar las explicaciones previas del universo, la de los modelos que hicieron su tiempo. En adelante los ingenieros deben sustituir a los belicosos, los científicos deben sustituir a los sacerdotes, los técnicos a los magos, los sociólogos a los filósofos. Esta crítica del teológico es explicita en el curso de filosofía positiva, se confirma en el sistema de política positiva.
PRINCIPIOS BASICOS DEL POSITIVISMO
Este se fundamenta principios básicos, tales como:
1. Reivindica el primado de las ciencias
2. Transfiere a lo social el método de las ciencias naturales.
3. Define a la sociología como la ciencia de los hechos humanos.
4. Participa de un optimismo generalizado proveniente del progreso
5. Combate las concepciones idealistas y espiritualista de la realidad.
6. Los hechos empíricos son la única base del conocimiento.
7. Fe en la racionalidad científica.
8. Ley de los tres estados teológico, metafísico y científico.
1. Reivindica el primado de las ciencias
2. Transfiere a lo social el método de las ciencias naturales.
3. Define a la sociología como la ciencia de los hechos humanos.
4. Participa de un optimismo generalizado proveniente del progreso
5. Combate las concepciones idealistas y espiritualista de la realidad.
6. Los hechos empíricos son la única base del conocimiento.
7. Fe en la racionalidad científica.
8. Ley de los tres estados teológico, metafísico y científico.
NEOPOSITIVISMO
El Neopositivismo es el resultado del resurgimiento con fuerza del positivismo y su vinculación con los nuevos desarrollos de la lógica formal, en particular de la lógica Matemática.
Para el Neopositivismo del Círculo de Viena los únicos enunciados que pueden ser considerados como científicos son los sometidos a la lógica y planificación empírica y los que no son sometidos a la lógica son considerados absurdos o sin sentido. La ciencia debe atenerse a la lógica y entrar en un sistema que esté en contradicción.
Para el Neopositivismo el criterio de demarcación de la ciencia y el criterio de significado es la verificación empírica, es decir, un enunciado tiene sentido, significado y es científico si puede verificarse, es decir, si puede comprobarse empíricamente.
Este criterio propio del Círculo de Viena va a ser modificado posteriormente por: Carnal y Reichembach. Se considera que la verificación no puede ser total y absoluta sino parcial e interpretativa y que se realiza en el conjunto sistemático y estructural de los hechos y las teorías.
Para el Neopositivismo del Círculo de Viena los únicos enunciados que pueden ser considerados como científicos son los sometidos a la lógica y planificación empírica y los que no son sometidos a la lógica son considerados absurdos o sin sentido. La ciencia debe atenerse a la lógica y entrar en un sistema que esté en contradicción.
Para el Neopositivismo el criterio de demarcación de la ciencia y el criterio de significado es la verificación empírica, es decir, un enunciado tiene sentido, significado y es científico si puede verificarse, es decir, si puede comprobarse empíricamente.
Este criterio propio del Círculo de Viena va a ser modificado posteriormente por: Carnal y Reichembach. Se considera que la verificación no puede ser total y absoluta sino parcial e interpretativa y que se realiza en el conjunto sistemático y estructural de los hechos y las teorías.
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